CAPÍTULO VIII: ¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

CAPÍTULO VIII: ¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

Ahora algunos se preguntarán ¿Por qué Dios no salvó al hombre inmediatamente sin necesidad de que los ángeles hagan un Plan?, ¿Por qué dejó que los ángeles nos creen y de alguna manera también nos hayan condenado?, bueno, es lo mismo que pasa cuando el hombre experimenta con los animales y en muchos casos les hace daño (a diferencia que el hombre lo hace sin coordinar con el Universo primero), y no aparece Dios para defenderlos, al parecer es parte de las leyes inmutables que Dios puso en el Universo, donde no puede haber una intervención directa de él, sino que tiene que ser dentro del esquema de sus leyes que él plantó desde un inicio, ¿y dónde quedó la justicia?, creo que primero hay que tener algo en claro, Dios no ve las cosas como el hombre las ve, en otras palabras, la idea de justicia de Dios no es igual a la idea de justicia del hombre, Dios no piensa como el hombre.
¿Entonces que es la justicia para Dios?, bien, lo que tenemos claro es que Dios pone leyes inmutables y debido a esto no puede salvar al hombre directamente, porque lo más seguro es que no haya leyes en el universo que permitan que sea de esa manera, pero al parecer estas leyes si pueden permitir que se salve a la humanidad de otra forma siguiendo las leyes existentes, sabemos que la manera de aprender nuevas cosas es con el famoso prueba-error, sino nos equivocamos no aprendemos algo nuevo, y si alguien va a corregir inmediatamente nuestros errores, no aprenderemos de las consecuencias de estos.
Los ángeles como todos los seres del universo están para aprender, y porque no para equivocarse también y mejorar, es la manera de aprender, si nunca se equivocaran sería porque lo sabrían todo, entonces no tendrían nada que aprender, serían como Dios, pero al parecer no es así, al experimentar con nosotros y crearnos, el proyecto falló cuando Adán y Eva desobedecieron, no salió como los ángeles lo esperaban, y Dios no puede intervenir instantáneamente como parte de sus leyes y parte del proceso de aprendizaje de los ángeles de sus errores, pero las leyes de Dios equilibran la balanza, después del error se fue gestionando la solución, una solución que beneficie tanto a los que experimentan como a quienes han sido experimentados.
Todo lo indicado nace como una conclusión de lo analizado en capítulos anteriores, pero seguiremos analizando más la Biblia para reforzar estas hipótesis.

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